Los niños son siempre como el niño que usted fue: tristes y felices; y si piensa
en su infancia revivirá en medio de ellos, los niños solitarios.
Los adultos no son nada, su dignidad no vale nada.
Cartas a un joven poeta.
Rainer Maria Rilke.
Hay combinaciones imperecederas: libreta nueva –cegadoramente limpia-, más plumas de cuatro colores distintos (negra, azul, roja y verde), más la clásica situación de niño tímido enamorado de niña popular, dan como resultado un sin fin de corazones atravesados por flechas y un buen número de copas rebosantes de una sangre verde (porque así de ajenos nos sentimos).
Cuando ya se llega a ser adulto (dejemos aun lado la mentada madurez) es difícil volver a conectarnos con ese tipo de emociones tan simples, tan básicas y por ello mismo tan genuinas. Cuando se es adulto todo se antoja viciado.
Es por esto mismo que asombra pensar que un adulto (Christoper Sander, alma y mente detrás del grupo sueco Chasing Dorotea) haya escrito una canción como The anchor song. Esta canción viene incluida en el paquete de MP3´s que regala la disquera, también sueca, Labrador (www.labrador.se) a modo de muestrario de su catálogo. Dicho muestrario es una verdadera delicia. Algo que vale la pena agradecer. Porque después de todo hoy en día ¿quién regala setenta/ochenta canciones de los más diversos estilos? ¡Surtido rico! ¡Mande al niño, mande a la niña!
En el apartado que Labrador le dedica a Chasin Dorotea, nos explican lo siguiente:
Mientras comprábamos revistas en un centro comercial notamos una música verdaderamente maravillosa que salía de las bocinas.
Pequeñas y suaves canciones con unas susurrantes y delicadas voces. Preguntamos al chico detrás del mostrador ¿qué era eso? Ese chico era el cantautor Christopher Sander y la maravillosa música era de su autoría; Chasing Dorotea.
En el otoño del 2001 Christopher Sander reunió a un puñado de amigos para enlistarse en Chasing Dorotea.
Empezaron tocando en vivo en Suecia y, lo más importante, grabaron este maravilloso álbum homónimo.
Algunas personas los han comparado con Nick Drake, Red House Painters y Belle & Sebastian. Y desde luego que Christopher Sander tiene el mismo talento obvio para escribir emociones que van de la guitarra y las voces directo al corazón de los escuchas. Esperen que esté cantautor se quedará por aquí durante un buen rato.
Entre todo el cúmulo de canciones de muestra que regala Labrador, The anchor song se destaca como una de las más finas. La letra de la canción me hace recordar a aquellos poemas infantiles que nunca se entregan. Suena a aquellas líneas que sólo son conocidas por sus ingenuos autores y no por las inmaculadas musas que las inspiraron. Y la música acentúa este cariz. La guitarra suena… suena… suena inocente –un diáfano rasgueo-. Y no me refiero a esa inocencia que se emparenta con la torpeza, sino aquella otra que está más enlazada con la timidez. Otro gran punto a favor es que la letra de The anchor song está cantada a dos voces sumamente empatadas, una femenina y otra masculina. Entonces la belleza de la letra cobra más vida. Además la tonada que emerge del melodión (el pianito al que se le sopla) y que es la pauta a seguir durante toda la canción (apertura/intermedio/cierre), es lo que termina por dar cuerpo a la canción. El ensamble final son 3:59 sumamente exquisitos.
Este es el link donde pueden bajar The anchor song.
Y este otro es donde estan todas las otras muestras del catálogo de Labrador:
http://www.labrador.se/sounds.php3
Y aquí va mí libre traducción de la letra:
Banda: Chasin Dorotea.
Canción: The anchor song.
Track: 1
Disco: Chasing Dorotea
La canción del ancla.
Tienes una chispa en tu corazón/
mas fuerte que el más brillante sol/
y cada vez que andas por aquí/
tengo por seguro que eres la elegida//
Eres el paracaídas que me salva/
cuando siento la necesidad de saltar/
eres esos discos que toco/
y tu cantas las canciones que necesito oír//
Hay un océano en tus ojos/
más profundo que el más oscuro de los mares/
y cada vez que caes dormida/
quiero que las olas me traguen//
Eres la isla hacia la que nado/
cuando necesito encontrar una roca/
eres los cables que me conectan/
cuando necesito sentirme atado a algo//
(Entrada escrita 6 de Febrero del 2010)
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