¡Oh, sí! ¡El Jardín de los Suplicios! Las pasiones, los apetitos, los intereses, el odio, la mentira y las leyes y las instituciones sociales, y la justicia, el amor, la gloria, el heroísmo, las religiones son sus monstruosas flores y los espantosos instrumentos del eterno dolor humano.
Octave Mirbeau – El Jardín de los Suplicios.
Hoy comencé a releer Historia del ojo del francés Georges Bataille. Hace unas semanas me hice de una edición de dicha novela que data de 1981, y que tanto la traducción como el prólogo corren a cargo de la mexicana Margo Glantz (nacida en 1930). Pues bien el prólogo titulado Mirando por el ojo de Bataille, aunque corto, maneja varias temáticas bastante interesantes. Para empezar, más allá de dar una simple reseña biográfica o esbozar el lugar que ocupa Histoire de l´oeil dentro de la obra de Bataille (que también lo hace), Margo Glantz compara varios tópicos u obsesiones del autor francés con las características de las obras de otros autores, como son Poe y Sade.
Margo Glantz trae a colación la total apertura de lo erótico que se da en Historia del ojo, apertura que abarca planos tan equidistantes como pueden ser lo ontológico y lo meramente panorámico. Recordemos que para Bataille la búsqueda erótica (cimentada en una imperiosa necesidad que nace de la discontinuidad de los seres) desemboca en tres tipos de erotismo: el erotismo de los cuerpos, el erotismo de los corazones y el erotismo sagrado; cada uno de ellos con sus propios límites, metas y alcances. Esta apertura erótico-ontológica está presente en la trama de Historia del ojo, pero al mismo tiempo otro tipo de apertura recorre las páginas de dicha novela. Para Margo Glantz no es fortuito que muchas de las escenas de la trama se desarrollen en espacios abiertos (bosques o plazas de toros) ya que este tipo de escenarios cumplen una función analógica entre el ser-ontológico personal y el ser-naturaleza. Entonces nos dice Margo Glantz:
La entrega a la desnudez es la entrada al cosmos. La desgarradura se precisa sólo cuando se enfrenta al cielo que se abre y se deja ver entre las nubes una noche de tormenta, o cuando la mirada se asoma al caos, cráter, coño, profundidad de averno. (Pág 18 de la edición de 1981 de Premia Editora S.A.)
Lo que en Bataille es apertura -panorámicas cinematográficas- en Poe y Sade es encierro. Así lo piensa Glantz. En Bataille –nos dice la traductora- la apertura ontológica y escenográfica da como resultado un lenguaje directo y sin tapujos. La desnudez de ser-cuerpo-naturaleza desemboca en un lenguaje que carece de ropajes. Coño es coño por donde quiera que se le mire (y vaya qué en Historia del ojo se le mira mucho) Pero OJO, lo directo del lenguaje no cae en esa reiteración que a la larga despoja de significado y que da como resultado –primero- una obviedad y acto seguido desvela lo grotesco. En el caso de Poe y en el de Sade esto cambia.
El erotismo en Poe es al que el común de nosotros está acostumbrado. Es decir, en Poe el erotismo es sexualidad velada. Charles Baudelaire (un fiel seguidor de Poe) en uno de sus textos críticos nos dice – a grosso modo- que en Poe no hay escenas eróticas, y que cuando de cuestiones de atracción o lascivia se trata, lo de Poe es revestir obsesiones infantiles y un tanto inocentes, con un halo de malicia malsana. Pero siempre in crescendo. De menos a más.
En contraparte la obra de Donatien Alphonse Francois de Sade (1740 – 1803) (Marqués de Sade para los cuates) tiene un ariete principal: lo explicito. El sadismo le debe todo a Sade, y no es pleonasmo ni una deuda gratuita. Por ejemplo en Los 120 días de Sodoma o se dice todo o no se dice nada. Andar con medias tintas no figura en ninguno de los estatutos o reglamentos de La Escuela del Libertinaje. Como toda buena bitácora no debe dar pie a dudas de lo que se hizo durante la jornada laboral.
Pero tanto en Sade como en Poe, la mórbida sexualidad de aquél y la tierna lujuria de este se dan a puertas cerradas. Tras bastidores. Los ambientes sofocantes de Poe se emparejan con las enormes libertades que Sade describe dentro de los castillos.
En este punto tenemos localizadas con nombre y coordenadas las puntas del triangulo. En el ángulo destinado a Bataille descansan la apertura y el lenguaje directo, mientras que en el espacio de Poe lo ambiguo y lo tácito tienen su morada, por su parte Sade enciende todas las luces, y así nos deja ver y nos hace saber hasta el último detalle de lo que ocurre. Margo Glantz resume todo esto de la siguiente manera:
Poe y Sade encierran a sus personajes para ordenar sus rituales eróticos. Rituales despojados de cuerpo o relacionados con un cuerpo muerto en Poe (sus mujeres aparecen en corporiedad sólo cuando están muertas o a punto de morir) o rituales donde el cuerpo reitera el pleonasmo en Sade (la excesiva carnalidad diluye y sirve para realzar la monstruosidad). Bataille sale al espacio abierto para ordenar el desenfreno. (Pág 17)
Cada uno de estos tres autores tienen sus respectivos argumentos para defender sus filias y fobias; para justificarle a Margo Glantz sus encierros o aperturas. Por ejemplo el bostoniano Poe quizás contestaría, como lo dijo alguna vez, que su obsesión con las mujeres fantasmales se debe a que la muerte de una mujer bella es indudablemente el tema más poético del mundo. El Maqués de Sade diría que escribió como vivió, ¿cómo refutas algo así? Por su parte Bataille nos escupiría alguno de sus alegatos a favor de que la ecuación entre erotismo-violencia-muerte-religión- es indisoluble, y que él hace sus operaciones a partir de ese presupuesto. Nos lo diría y de hecho lo dijo en su texto El erotismo:
La santa se aparta con horror del voluptuoso: ignora la unidad de las pasiones inconfesables de este último y de las suyas propias.
Sin embargo, es posible buscar la cohesión del espíritu humano, cuyas posibilidades se extienden desde la santa hasta el voluptuoso.
Me coloco en un punto de vista tal que percibo esas posibilidades opuestas coordinándose. No intento reducirlas unas a otras, sino que me esfuerzo en captar, más allá de cada posibilidad negadora de la otra, una última posibilidad de convergencia. (Bataille, Georges. El erotismo 7° edición, traducción de Antoni Vicens. Tusquets Editores, México 1997. pág. 15)
Erotismo o religión. Santa o Voluptuoso.
V.s.
Erotismo y religión. Santa y Voluptuoso.
Bataille apuesta a favor de la última opción.
Bataille el alcahuete de las antípodas humanas.
No es un mote de tarjeta de presentación, pero tampoco está tan mal.
La empresa que se propuso Bataille (reunir a la Santa y al Voluptuoso) tiene su equivalente en una producción que marcó tendencias y abrió las puertas a un género hoy en boga: el New Age.
Para cuando el sencillo Sandess part I vio la luz en octubre de 1990 no se había escuchado nada igual en los charts de música pop. La mezcla entre cantos gregorianos y sensuales gemidos de mujer no era una moneda de uso corriente. Y si ha esta ecléctica mezcla le inyectan –tan como lo hizo su creador, el rumano Michael Cretu- algunos beats marcadamente dance, la popularidad del tema se explica por sí misma. El disco MXMXC a. D. arrasó en ventas, y creo un halo de misterio tras de su esquivo creador (que aparecía en los créditos como Curly M.C. (algo así como el Chino M.C.) Después de Sadness Part I la cosecha de éxitos de Enigma siguió aumentando, y aun hoy en día es un proyecto muy cotizado y con bastantes adeptos. Años después vendrían las demandas del Coro Capella Antiqua por el uso no autorizado de samplers de sus cantos en las canciones de Enigma (como por ejemplo en Sadness Part I) pero esa ya es otra historia.
Según su creador, MXMXC a. D. tiene como eje central el estira y afloja de la religión y la sexualidad en la vida humana. Es decir la lucha que Bataille ilustra con los personajes de La Santa y el Voluptuoso. Este conflicto es notorio en el sencillo que hoy dejo a su disposición: Sadness Part I.
Este sencillo de 45 RPM que EMI Capitol de México lanzó en 1991 tiene como lado A la versión editada para radio de la canción Sandess Part I, con una duración de 4:17. Esta fue la versión que se escucho en nuestro país, y que ayudó a que el primer disco de Enigma también fuera un hitazo aquí.
Por su parte el lado B del sencillo de 45 RPM esta ocupado por el Violent U. S. remix de Sadness Part I. Remix que en el puro nombre indica lo que nos vamos a encontrar: el reemplazo de los beats dance por unos ritmos marcadamente industriales (este tipo de música también era una novedad). La agresividad del ritmo hace que resalte más el lado sexual de la canción, y no tanto el lado religioso; esto le da un giro total a la forma como se escucha Sadness Part I. Vale mucho la pena. Este Violent U. S. remix fue recopilado (como track 3) en un disco extra que acompaño la re-edición, que en año de 1999, se hizo del disco MXMXC a. D.
Pero yo les dejo la versión original del sencillo de 45 RPM.
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