martes, 22 de noviembre de 2011

Old Ideas: Nuevo disco de Leonard Cohen para Enero del 2012




Y sigue la mata dando.
Apenas ayer escribía sobre Cohen, y hoy va de nuevo.

El día de hoy Sony Music Canadá anuncia lo siguiente:
Amigos, los rumores son ciertos: Old Ideas, el primer album de Leonard Cohen con material nuevo en ocho años, será lanzado el 31 de Enero del 2012.
Old Ideas será el doceavo album de Leonard con Columbia Records, desde que firmara con la marca en 1967.
Consiste en diez nuevas canciones, Old Ideas está poeticamente revestido con algunas de las más profundas preguntas sobre la existencia humana -espiritualidad, amor, sexualidad, pérdida y muerte.


El track list que se anuncia es el siguiente:
1. Going Home
2. Amen
3. Show Me The Place
4. The Darkness
5. Anyhow
6. Crazy To Love You
7. Come Healing
8. Banjo
9. Lullaby
10. Different Sides

La disquera anuncia que, además de las presentaciones regulares (CD, Digital, LP 180 gramos), Old Ideas se podrá pre-ordenar en una presentación especial, la cual viene acompañada por una litografía (digitalmente autografíada) que reproduce algo del trabajo artístico de Cohen. Esta presentación delux está limitada a 5500 copias, debidamente enumeradas.

Habrá que estar atento a estas New- Ten new songs.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Parecía decirme: "Eres un hombre viejo y no has dado las gracias"



Me tope con el hermoso y sentido discurso de agradecimiento que Leonard Cohen dió cuando le entregaron el Premio Principe de Asturias 2011.


Más que un discurso, lo que el señor Cohen ofreció esa velada fue una verdadera lección de humildad. No me refiero a esa idea peyorativa que hoy en día tenemos de la humildad, entendida como pobreza o carencia de recursos. No. Me refiero a la otra cara de la moneda. La humildad como carencia de soberbia (no soy, ni seré filólogo pero creo que debe ser el sentido original de la palabra).
Alguien con el curriculum vitae de Leonard Cohen, bien pudo subirse al podio y lanzar las debidas loas y los protocolarios agradecimientos a la academia y, con una falsa modestia, quitarse el sombrero para hablar de su obra (corto, corto, laaaargo, corto, corto, laaaaargo).
Pero no fue así. La frase que mejor resume esa falta de soberbia en Cohen es la siguiente:

Y la voz parecía decirme eres un hombre viejo, y no has dado las gracias.

Cohen dejó, literalmente, el sombrero en su silla y agradeció a quienes tenía que agradecer (lo poeta no quita lo cortés), pero sobre todo -he aquí lo importante- rindió homenaje a quienes en verdad se lo merecían. Los homenajeados fueron dos personajes; uno de ellos con nombre, apellidos y obra conocidos, y el otro con nombre, apellidos y obra desconocidos. El primero de ellos es el poeta granadino Federico García Lorca, mientras que el segundo personaje es un desconocido joven español que le enseño a Cohen sus primeros seis acordes de guitarra flamenca; acordes que el propio Cohen admite han sido: la base de todas mis canciones, de toda mi música (...)



La admiración que Leonard Cohen tiene por García Lorca es conocida. No es un secreto a voces que el canadiense encontró en la poesía del español su alma gemela literaria. Lo reitera en el discurso de aceptación. Cohen nombró a su hija "Lorca", y si eso no es admiración... entonces no se que otra cosa pueda serlo. Además en la obra del autor de Suzanne se pueden rastrear varios homenajes a García Lorca. Uno de estos ejemplos es la libre adaptación que Cohen hizo del Pequeño Vals Vienés de Lorca, adaptación que terminó titulandose Take this Waltz (Toma este vals) quinto track del Im your man (1988).
Además podemos traer a colación dos poemas que forman parte del corpus del Libro del Anhelo (2007, Editorial Lumen, España ).


El primero de ellos se llama La casada infiel (Págs. 153-154), poema que por pura intuición se sabe que está basado el homónimo firmado por García Lorca. Al igual que en Take this Waltz, en La casada infiel Cohen respeta ciertos patrones y líneas de Lorca, pero les inyecta tinta de su fuente.
Y así el lorquiano:
Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.

Se transforma en un "cohénico":
La noche de Santiago
Yo estaba de paso
Así que me la llevé al rio
Como cualquier hombre haría.

En ese mismo Libro del Anhelo, y ya por propía inspiración, pluma y convicción, Leonard Cohen escribe:

Lorca Vive.
Lorca vive en Nueva York
Nunca volvió a España
Se fue un tiempo a Cuba
Pero ha vuelto a la ciudad

Está cansado de los gitanos
Y está cansado del mar
No soporta tocar su vieja guitarra
Sólo tiene un tono

Supo que lo habían matado
Pero no, mira
Vive en Nueva York
Aunque no le gusta
(Pág 98)

En su discurso de agradecimiento Cohen admite que fue Lorca quien: 
(...) me dió permiso para encontrar una voz, para ubicar una voz, es decir, para ubicar el yo, un yo que no está del todo terminado, que lucha por su propia existencia, y conforme me iba haciendo mayor comprendí que las instrucciones venían con esa voz.
Si hoy en día existe algo así como un texto, un poema, una letra -una voz- a lo Cohen, esta tiene una gran deuda con Lorca.

Pero la obra de Cohen no se agota en la pura voz, ya que ha encontrado una excelente compañera en la música. Si a Lorca le debemos la voz, ¿A quién se le debe la música?
Cohen lo expresa así:
Y por tanto ya había encontrado yo mi voz, pero no tenía el instrumento para expresarla, no tenía una canción. Y ahora voy a contarles muy brevemente la historia de cómo conseguí mi canción.



Es entonces cuando Cohen nos hechiza con la historia de aquel misterioso español que, sin necesidad de algún cruce de caminos ni de ningún contrato diabólico, en el Montreal de inicios de los 60´s educó a ese canadiense que aporreaba la guitarra en compañia de sus amigos.
La anécdota es amena, tierna y aleccionadora. Desentraña la inmensa admiración y agradecimiento que el poeta, novelista, músico, mujeriego, monje zen... pero sobre todo, el humilde Leonard Cohen siente por España. Es por esto que el discurso de agradecimiento termina así:
Todo lo que ustedes encuentren favorable en mis canciones, en mi poesía están inspiradas por esta tierra, y por tanto les agradezco enormemente esta hospitalidad que me han mostrado y que han mostrado por mi obra, porque es suya, y me han permitido poner mi firma en el final de la última página. Muchas gracias señoras y señores.”

La voz de Cohen resuena rasposamente española, y su guitarra llora dulcemente sonidos flamencos. Voz y guitarra. Si Lorca viviera (y como ya vimos Leonard así lo quiere creer) bien podría dedicarle a Cohen las siguientes líneas.

El niño mudo.
El niño busca su voz.
(La tenía el rey de los grillos.)
En una gota de agua
buscaa su voz el niño.

No la quiero para hablar;
me haré con ella un anillo
que llevará mi silencio
en su dedo pequeñito.

En una gota de agua
buscaba su voz el niño.

(La voz cautiva, a lo lejos,
se ponía un traje de grillo.)
(García Lorca, Federico. Canciones (1921 - 1924). Alianza Editorial, Madrid, 1999. Pág 128)

La guitarra.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las copas
de la madrugada.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil
callarla.
Es imposible
callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible
callarla.
Llora por cosas
lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.
(García Lorca, Federico. Antología poética. Aguilar Editor, México 1977. Pág 46)