domingo, 16 de diciembre de 2012

Las lucecitas de mi árbol... de repente se vuelven eficientes: Stimulus Progression Number Three.

Es oficial.
Así es, hace unos días escuché "Navidad sin ti" de los Bukis. Desde mi punto de vista, es el banderazo de salida para que se le pueda dar rienda suelta al espíritu navideño. No es hasta que escucho en la radio que "las lucecitas de mi árbol, parece que hablan de ti...", cuando doy por hecho que la época navideña llegó para quedarse -por un mes y medio, apróximadamente-. Un poco tarde, pero sin sueño.
Es en este tenor que dejo a su consideración la siguiente producción.


Stimulus Progression Number Three: Christmas, es el disco de música ambiental, que la empresa Muzak dedicó a la temporada de las posadas y los intercambios.
Detrás de la marca Muzak hay un concepto interesante. No solamente es música para combatir el silencio de manera discreta. El orden del tracklist no se da de manera azarosa; tiene un trasfondo psicológico-productivo. En la contraportada del Lp se menciona que:

"Cada cuarto de hora del funcionamiento MUZAK comienza relativamente silencioso, y, uniformemente,se torna más estimulante. ¿Por qué? Porque experimentos psicológicos demuestran que este tipo de programación ayuda a las personas a trabajar de manera más efectiva. Una programación inapropiada -una secuencia descendente, o un orden aleateorio- puede, en realidad, reducir la eficiencia."

Una vez leída esta explicación, se hace más notorio el ritmo del acetato; en verdad va de menos a más. La orquestación siempre es elegante, pero una vez que se tiene en mente el propósito psicológico-conductual, uno se da cuenta de como los instrumentos se van sumando de manera paulatina y los ritmos se aceleran poco a poco. También se nos comenta:

"MUZAK selecciona, arregla y graba su propia música -específica y exclusivamente para usos funcionales. Los distractores e irritantes dispositivos de la ordinaria música de entretenimiento son evitados."



¡Vaya! el afamado easy listening -del cual MUZAK es un ejemplo paradigmático- se convierte, en el caso de Stimulus Progression Number..., en un mantra laboral subconciente. Hay una imagen que asalta la mente: Un ecuánime Santa Claus golpeando fuertemente unos rítmicos tambores, que marcan el impulso exacto que deben seguir los renos para poder mantener a flote un trineo vikingo.




domingo, 9 de septiembre de 2012

Rubber Songs al servicio de la comunidad #2

Rubber Songs al servicio de la comunidad:
Interrumpimos la transmisión (de absolutamente nada) para informar al blogauditorio sobre un curioso Hallazgo (con mayúscula y en cursivas para respetar el título de la dedicatoria) que se hizo entre las muy subrayadas páginas de la biografía de Michel Foucault, escrita por Didier Eribon, y publicada por la editorial Anagrama (1992).



El 19 de septiembre del 92 (así lo data una firma en la primera página) alguien se hizo de un ejemplar de dicho libro, y para guiar sus profundas lecturas (esto lo acreditan los múltiples marcados que se encuentran en todo el texto) utilizó como separador una fotografía, que por su sentida dedicatoria, se adivina sumamente personal y apreciada (como todo lo genuinamente personal).


La imagen que descansaba entre las anécdotas de la interesante vida del autor de Las palabras y las cosas es la siguiente:


Y la sentida dedicatoria de la que les hablaba reza así:
Hallazgo.
La última foto de mi Santo Padre
que aparece ante mí después de buscarla
durante cierto tiempo. Para decirme que
él siempre está conmigo, que su mirada
me acompaña, que su pedacito de cielo
también es mío. ¡Que él volverá!
-Café Dval 19, XI-00-
(La firma es ilegible)



Finalizado este breve servicio social, retomamos nuestra programación habitual (de absolutamente nada).
ATTE. Jeget den Enkelte.

martes, 4 de septiembre de 2012

The Waves: nuevo sencillo de Villagers

Ciertamente es una novedad. En ese asunto no hay nada que alegar. Es nuevo por el simple hecho de que apenas lleva unos días fluyendo por las redes; y es novedoso por el sonido que hace brotar de las bocinas.
La canción: The Waves; y el artista: Villagers.



Aparece la primera probada de lo que será la segunda producción del proyecto comandado por Conor J. O´Brien. Este primer atisbo resulta desconcertante. Los casi cinco minutos y medio de este primer sencillo tienen como marco unas programaciones de teclado que marcan su distancia respecto al sonido orgánico del Becoming a jackal (el debut). Si bien a la mitad de la canción las aguas retoman cursos conocidos, en su conjunto esta nueva entrega de Villagers requiere más de tres escuchas atentas. No se termina por encontrarle el angulo. Se necesita paladearlo un buen rato.
El lado visual de este primer sencillo no destaca. El video juega más con colores que con texturas o ideas. Las muy vagas reminiscencias de Space oddity no logran despegar. Las imágenes pasan desapercibidas y no aguantan el trote de la música. Si estiramos un poco las cosas, ese es un punto a su favor.
En tanto que gancho o incentivo para la curiosidad The waves cumple su cometido.
Como prueba gratis está bien, a secas. Ni quita ni pone.
El beneficio de la duda sigue intacto.
Ojalá que en Villagers no se cumpla la tan famosa maldición del segundo disco.
Pero no me hagan el más mínimo caso; chéquenlo ustedes mismos.

jueves, 23 de agosto de 2012

La canción, el poeta y el hombre: Atahualpa Yupanqui. Recopilatorio triple (1972)

Por lo regular los discos de covers ("versiones" para no abusar de extranjerismos) recogen títulos o comentarios como "mera curiosidad", "trabajo de transición", "falta de imaginación" o "anuncio de epitafio". Cada uno de esas etiquetas encierra algo de verdad, pero veamos el otro lado. Suponemos que a todo músico le encanta la música; aunque obvio es bueno hacerlo notar. Es decir, que dentro de cada estrella de rock ("rockstar" para no abusar de nacionalismos) existe un aficionado que, al igual que todos nosotros, tiene su top diez (para ser parejos) de discos y artistas imprescindibles. Todos tenemos nuestra own... and personal... Santísima Trinidad. ¿A qué viene toda esta peroata? Bueno, el asunto es que si bien es cierto que tanto aficionados como estrellas (Us, us, us... and Them, hem, em...), en el fondo son igual de fanáticos, la gran diferencia estriba en que ellos pueden encerrarse uno o dos años en un estudio a jugarle al fan. Nuestros amigos nos pasan un disco, unos audífonos, un mp3 o un link, para engancharnos a un artista que nos era desconocido; en cambio los artistas se divierten grabando un disco de covers y así nos dan ciertos nombres a seguir.



Esto ocurre con el Licenciado Cantinas de Bunbury (2011). Lo voy a decir sin tapujos: el mejor disco de Bunbury en bastante tiempo. Desde mi parecer el otrora cantante de los Héroes hacia buen rato que no lanzaba un disco tan compacto y apabullante como un Pequeño o un Flamingos. Sus últimas dos producciones (el Hellville y Las consecuencias) son discos de momentos (y éste último de muy pocos momentos). En cambio el Lic. no da tregua alguna, sorprende de inicio a fin. Exceptuando Animas que no amanezca, Ódiame y El solitario (canciones que están muy grabadas en el imaginario musical mexicano), el menú de temas no es muy usual. Bunbury se fue por la terracería. Esto tiene su máximo ejemplo en el gran cierre que es El cielo está dentro de mí, original de Atahualpa Yupanqui. Tenso, ominoso y sentido; el tema nos arroja la mejor interpretación que Enrique Bunbury haya hecho en un buen lapso.

Aunque el nombre de Atahualpa Yupanqui no me era desconocido, lo había escuchado antes en boca de diferentes artistas como Los Tres, Los Bunkers, Café Tacuba, etc; pero fue hasta que escuche el cierre de Licenciado Cantinas que me decidi a buscar algún material de este cantautor. Antes de comenzar a bajar canciones a diestra y diestra (es la única que uso para el mouse), de ver videos variados o de correr a comprar alguna recopilación al vapor, decidí esperar a que cayera en mis manos algo por el puro azar. Esto ocurrió hace dos semanas; me topé con el album triple titulado: La canción, el poeta y el hombre (1972).


Tres acetatos que en sus respectivas 6 caras nos arrojan 23 muestras del trabajo del enigmático Yupanqui. Su grave voz, su afinada guitarra y sus imaginativas pero sencillas letras recorren los surcos de los viniles. La compilación es variada y abarca lo mismo el lado instrumental, que el vocal de Atahualpa. Entre las grabaciones que carecen de voz destaca la grandiosa Malambeando pa´ los peones, que si bien tiene un pequeño intro hablado, su núcleo vibra a la par de las puras cuerdas. Mención aparte merece el cierre de este malambeo, ya que tiene uno de los puntos más álgidos de toda la recopilación: cierra con lo que me suena a un arreglo de vientos y percusiones, digno del final de alguna pelicula hollywoodense de época. Una delicia. Otra guitarreada que no desmerece en absoluto es la repicada, y más emparentada a lo folklórico, Cruz del Sur.

Por su parte de las canciones que, además de contar con la agilidad de los dígitos de Yupanqui, se revisten con la poética del cantautor debo destacar A la noche la hizo Dios, Quiero ser luz, Preguntan de dónde soy y esa apología a la fiel compañera (una canción de amor con todas las de la ley) que es Gracias guitarra. No solo en estas grabaciones se nota la facilidad de fraseo que poseía Atahualpa, en todas y cada una de ellas hay, cuando menos, dos frases que se quedan en la mente por un buen rato. Pero entre todo ese paraje de poesía congénita hay algo que salta a la vista y asalta el oido: El payador perseguido.



Canción que abarca la totalidad del tercer acetato (tanto lado A como B) de La canción, el poeta y el hombre; y que una vez unida digitalmente arroja un total de 35:34 de pura voz, guitarra e historias, intensas todas y cada una de ellas. La más pura sabiduría (esa que arrebasa a la erudición) rasgada por la aguja de un tocadiscos. Para como están estas épocas modernas, parece que nadie tiene media hora para sentarse a escuchar. Pero El payador perseguido paga con creces el romper un poco el vértigo de estos días. Los casi cuarenta minutos de este tour de force de Yupanqui está plagado de una jerga muy sudamericana, que si bien nunca entorpece la escucha, sí nos deja en blanco en ciertos pasajes. Es por esto que resulta de mucha ayuda la hoja que acompaña la recopilación; en dicho insert Carlos Furlong da un glosario de términos que resultan muy coloquiales para el oido poco instruido (como el mio) en el hablar de la parte sur del continente.


En resumen: La canción, el poeta y el hombre es una excelente invitación ("introducción" me resulta ofensiva por la calidad de la recopilación) para adentrase en la obra de este hombre con rostro malencarado, de guitarra templada, tesitura aguardentosa y sabiduría a flor de voz.










lunes, 13 de agosto de 2012

Me suena la canción... y la caja vacia. Ferrante & Teicher - A man and a woman (1966)

Ya en otra ocasión, aquí mismo, habiamos hablado de la película Un homme et un femme de 1966. Inclusive, en esa misma oportunidad, el tema principal no fue la producción cinematográfica en sí misma, sino su soundtrack. A falta de conocimiento sobre la trama, el objetivo fue compartir mi punto de vista sobre las canciones que enmarcan las escenas dirigidas por Claude Lelouch. Y con eso ya habia dado por cerrado el tema. Pero un bis siempre se agradece.



Llegó a mis manos una reinterpretación de la canción principal (y homónima) de Un homme et un femme, revisión que corrió a cargo de la dupla norteamericana de Ferrante & Teicher. Este duo de pianistas nos entregan una versión más light de la canción; a mi parecer la despojaron de ese aire lolitamente juguetón. Pero aun así, su forma de abordar la tonada no desmerece. Vale la pena la escucha. No hay de otra más que relajarse.

El track list del sencillo de 45 RPM lo completan las siguientes tres canciones: Lo que mas me gusta de ti (la que cierra la cara A), Yo que no vivo sin ti, y por último Khartoum. La que más destaca, además de  A men and a woman, es la épica Khartoum; con sus aires de ritmo de batalla y con los embates de sus coros de apertura y cierre logra marcar otra dinámica al acetato.



Aquí queda la versión digital de Ferrante & Teicher - Un hombre y una mujer para que cada quien le dé el visto bueno o malo.

P.D. En el mismo puesto donde encontré el sencillo de Ferrante & Teicher, me topé con la caja de The Shadow of your smile, sencillo de la hermosa Astrud Gilberto. Repito: "me topé con la caja", porque de hecho el 45 RPM nunca apareció. Por más que busqué en cada uno de los otros acetatos que estaban a la venta, el acetato nunca apareció. El vendedor notó mi insistencia y se apiadó de mí; me regaló la caja vacia de The Shadow of your smile.
Pero como no me quiero quedar con las ganas de compartir esta canción, les recomiendo la versión que Javier Corcobado lanzó el año pasado, específicamente como track de apertura de su disco de versiones titulado: Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad (Intolerancia 2011).
Les recomiendo la interpretación de Corcobado, y les comparto la portada y contraportada de la caja vacia del sencillo de Astrud Gilberto.




domingo, 22 de julio de 2012

El violín: el pequeño instrumento que sí pudo. Frühe Italienische Violinmusik um 1600 de Ensemble Musica Antiqua Köln (1979)

Ya tenía bastante tiempo sin aportar nada al blog. Las causas de esto son varias; desde la descompostura de mi lap-top (que ya da muestras claras de agonía, de querer "morir en servicio"); algunos cortes del servicio de internet por pagar en demasía; hasta por el simple hecho de que no me naciera el ánimo de compartir algo. Pero esto ya estaba previsto. Una de las reglas no escritas que me impuse, fue la de no escribir, o compartir algo con el único fin de "inflar" el blog; detrás de cualquier entrada de este espacio debe estar un propósito a seguir. Hoy hay algo que compartir, por lo tanto hay una nueva entrada que escribir. Todo tiene sentido.

Las cosas también tienen sus historias. No me imagino que nos podría contar un acetato alemán de música clásica de 1979, sobre cómo es que llegó a descansar entre los tiliches de un puesto de tianguis de Guadalajara, México en pleno 2012. Eso nunca lo sabremos, y tampoco es que importe mucho; lo importante es que estuvo, y estuve... estuvimos en el lugar correcto y en el momento adecuado. El acetato en cuestión lleva por título: Frühe Italienische Violinmusik um 1600  del Ensemble Musica Antiqua Köln.


Revisando entre el tiradero de objetos en un puesto de tianguis, me llamó la atención la pulcritud de la portada blanca de este LP. El disco está en perfecto estado, por lo que la portada conserva su blancura original; después del color, fue el interior lo que más me sorprendió. Aun cuando es un acetato sencillo, y no doble, el disco se abre en dos, y deja ver en su centro unas páginas con unas series de notas en distintos idiomas (alemán, francés, italiano e inglés). La ausencia del idioma español salta a la vista. Y la cosa ya estaba hecha. El principal objetivo a seguir: traducir las notas de esta producción del Ensemble Musica Antiqua Köln, y una vez hecho esto digitalizar el acetato para compartirlo con todo aquél interesado que visite Rubbersongs.



Las notas del acetato son muy interesantes, nos hablan, entre otras cosas, de las directrices que guiaron al Ensemble Musica Antiqua Köln en la preparación, ejecución y grabación de este LP de música de época (específicamente la de los 1600´s). Se nos mencionan cuales son los cimientos sobre los cuales se puede reconstruir la música de un periodo tan lejano como el ya mencionado. Deben tomarse en cuenta conocimientos musicales (por supuesto) que abarcan lo mismo la ejecución que la evolución física de los instrumentos (porque no es lo mismo Los Tres Violines que 20 años después), pero además también deben intervenir saberes teóricos e históricos del momento que se está abordando (es decir el estudio de compositores, autores y estilos de la época). Todo un sorprendente ejercicio de Hermeneútica Musical.

Además de esto, nos ponen al tanto de la historia que hay detrás del violín. Se menciona, por un lado, su invención y evolución física (es decir como objeto), el ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, y ¿quiénes? que terminaron por trazar la femenina silueta del violín. Si la guitarra eléctrica es fálica, el violín sería su contraparte. Además se nos cuenta el camino, la lucha del violín por ganarse un lugar dentro de la llamada música artística, la música de las clases altas; dicha lucha se puede caracterizar como la batalla del pequeño instrumento vulgar "comúnmente utilizado para bailar" y su entrada triunfal en las bellas artes. El pequeño instrumento que sí pudo. Hasta en bellas artes hay melodrama.


Sobre la música de este disco no puedo decir algo más que un simple: Me gustó. Que cada quien se forme su propia opinión en base a su bagaje musical; que cada uno aporte lo que sepa... ¿Por qué? Pues porque no voy a sacar mi disfraz de experto en música clásica (no me veo bien en saco de cuadritos, ni mi rostro es apropiado para el cuello de tortuga), si dijera que mis conocimientos en la llamada "música culta" son mínimos, sería un mentiroso engreido (y esa es una terrible combinación, ¿No creen?). Mi acercamiento a Frühe Italienische Violinmusik um 1600 es similar al del niño que mete un tenedor en un enchufe de luz: inocencia pura. Pero la inocencia es requisito indispensable de todo conocimiento.
-Buenas noches. Soy Jeget y soy un ignorante en música clásica.
-¡Hooooooola Jeget!.



Aquí está la versión digital del acetato de Ensemble Musica Antiqua Köln


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Aquí les dejo mi traducción de las notas de Frühe Italienische Violinmusik um 1600.


I.                   La música italiana de violín al momento del cambio estilístico, alrededor de los 1600.
Cerca del año de 1600 inició una nueva era musical, a la cual -debido al resultado de una analogía inexacta y mal entendida del desarrollo de las artes-, se le ha aplicado el nombre de “barroca”. De cualquier forma, esto no representó un radical nuevo comienzo; lo que era novedoso en la época también derivó de una fresca y creativa evolución, la cual fue heredada, a su vez, de épocas más tempranas. La compleja polifonía vocal de la escuela Países Bajos-Flandes, ahora descrita como la “prima practica”, fue ensombrecida por la oda recitativa y el aria con soporte instrumental (“seconda pratica”); pero las dos clases de música continuaron existiendo juntas, codo con codo.
El desarrollo estilístico de este periodo le dio vuelo no solo al uso de instrumentos continuos, y la consolidación de tonalidades como sucesor de la modalidad, sino también una diferente sensación de sonido y forma. Inicialmente el énfasis estaba en la diversidad, en el contraste, en la “libertad”, pero gradualmente la música fue canalizada en ciertos patrones que, eventualmente, se establecieron como formatos formales fijos: la libertad, gobernada por el sentido de las palabras, que distinguió la música escrita alrededor de 1600 (la “senza battuta” de Monteverdi emocionalmente cargada de vocales envolventes) dio lugar, hacia la mitad del siglo, a pulsos de ritmos básicos, y durante el periodo tardío del barroco después de 1700 un inexorable momento.
Cerca de 1600, también, el estilo de la música instrumental comenzó a divergir de la música vocal. Tonalidades características y técnicas fueron desarrolladas para cada instrumento, y compositores comenzaron a indicar cuales instrumentos iban a ser empleados. Características y formas de las clases “bajas” de música (canciones y piezas con refranes incluidos) encontraron su camino hacia el interior de composiciones artísticas. Lo artístico se convirtió en su propia raison d etre en relación con el sonoro y visual esplendor de la música de escenario – la cual fue enfocada ha reflejar el poder de los dirigentes absolutos, y para satisfacer su necesidad de presentarse con bombo y platillo.
Esta tendencia, que primero llegó al frente en la Italia del norte, fue gran responsable del desarrollo del violín, y de su técnica de actuación y música. La historia temprana del instrumento nunca ha sido, y probablemente nunca podrá ser rastreada a detalle, y puede ser menos posible intentar aquí, dar un recuento de su prehistoria; la cual retrocede hasta el noveno siglo de Europa, con el fidel, rotta, rebec, lira y viola da braccio (el precursor más similar de nuestro violín) como sus antecesores. Lo que sí es cierto, de cualquier forma, es que el violín no fue inventado por ningún genio entre los fabricantes de instrumentos, por eso no fue una innovación sin precedentes, sino la suma única de las experiencias tempranas de elementos constructivos, enriquecidos por el reconocimiento de factores acústicos, asociados con nuevos propósitos expresivos. Los nombres de los primeros fabricantes de violines son desconocidos, pero las primeras referencias al violín, en sus formas características, se originan en el norte de Italia entre 1500 y 1550. Hay en existencia, ejemplos del instrumento de cuatro cuerdas hechas del 1555 en adelante; y el primer violín sobreviviente hecho por Andrea Amati data de fechas de ese año. Un año después Philibert Jambe de Fer dio la primera descripción clara del agudo instrumento, con sus cuatro cuerdas afinadas en quintas, en su tratado “Epítome Musical”. Jambe de Fer también mencionó el propósito al cual el violín servía en sus días: era el instrumento “duquel l´on use en dancarie communement” (que es comúnmente usado para bailar).
Los violines encontraron su ruta hacia la música artística, vía las orquestras usadas para los interludios y los ballets, en donde ellos eran empleados en grupos. El primer violín que figura como un instrumento solista en composiciones, data de alrededor de 1600; los primeros trabajos conocidos de este tipo,  de los cuales algunos han sido escogidos para grabarse aquí (SE REFIERE AL ACETATO FRÜHE … N. del Trad.),  fueron escritos durante el primer cuarto del siglo XVII. Dentro del puñado de tiempo de una generación, el estilo del violín se emancipó a sí mismo de la técnica vocal, y de la rapsodia, clases asociadas de composición derivadas del vocal “genere concitato” (la habilidad artística al dictado de las emociones) dando lugar a estructuras formales capaces de recibir análisis, con secciones de componentes interrelacionadas.
Varios escenarios de este proceso en pos de la autonomía, son presentados en esta grabación (SE REFIERE AL ACETATO FRÜHE … N. del Trad.). Entre los compositores que pertenecieron al circulo alrededor de Monteverdi en Mantua y Venecia, el centro musical de la Italia del norte; o quienes fueron asociados en alguna otra relación de maestro-pupilo, Giovanni Gabrieli, Bagio Marini, Carlo Farina (quien se describió a sí mismo en 1626 como un “sonatore de violino” y en 1627 como un “violist”) y Giovanni Battista Buonamente, todos trabajaron por un tiempo en Alemania. Ellos fueron la guardia avante de la invasión de artistas italianos  que, especialmente después de 1630, dominaron toda Europa, dando a los italianos el comando supremo del mundo musical, que ellos disfrutaron hasta cerca del final del siglo XVIII.

II.                Los trabajos.
La sonata con tre violín de Giovanni Gabrieli es vocal en su carácter. Esto es evidenciado por la manera en que se desenvuelve, con un motivo creciendo de otro, por un proceso hermanado con asociaciones verbales, por el uso de imitación “antifonal”, y por  figuras expresivas que emergen del continuo enmarcado del trabajo de la música. Esta pieza termina con una cadenza, en la cual el canónico entrelazado de motivos es abrigado por pasajes con escalas ascendentes. El Ensemble Música Antiqua Köln ha agregado la altamente efectiva y emocionante conclusión, junto a la ornamentación que recorre el curso de la pieza, en concordancia con la práctica de improvisación y decoración existente alrededor de 1600.
La sonata sopra l´aria di Ruggiero de Salomone Rossi debe su nombre a un baile y una canción en apariencia similar al Folia and Passamezzo, el cual fue alterado de vez en cuando durante el siglo XVII. Rossie varía el tema (en el bajo) cinco veces, antes de traerlo de vuelta al final a la manera de una brillante y exuberante stretta. Todas las variaciones hacen uso de la imitación, pero cada una tiene un carácter por su cuenta: la primera fluye gentilmente, la segunda está marcada por un fuerte, puntualizado ritmo, y la tercera por una sincopa, la cuarta por turnos que se imitan los unos a los otros y la quinta crea un impactante efecto que es rápido en sus descendentes y ascendentes escalas y el uso de col legno –un ejemplo del deleite de Rossi al experimentar con sus instrumentos. Aquí Musica Antiqua Köln dispense con ornamentación adicional, como el set de variaciones es en sí mismo una serie de joyas decorativas.
La Sonata a tre violín de Giovanni Battista Fontana es esencialmente vocal en su concepción, que da la impresión de haber sido cantada originalmente, o al menos que pudieron haber sido puestas palabras en ella. Esta pieza, claramente consiste en secciones asociadas con el baile (tiempo triple) y en pasajes libres de solos. Ambas soli son reminiscencias de la opera ariosi, el tercer solo de violín tiene características de buffo; toda la pieza suena como una versión instrumental de una pieza corta de ópera (intermezzo).
El Passacaglio, el último de la colección de piezas Op. 22 (1655) de Biagio Marini, es típico del estilo tardío de su compositor: un homofónico movimiento que sugiere un lamento, marcado por una armónica concentración y un positivo anti-virtuosismo en su carácter, una concisa, casi simétrica estructura. Esta tri-seccionada pieza en tiempo triple está enmarcada por una Introduzione, la cual modula de G menor a D mayor, y como Finale, también en tiempo común, la cual reclama la Introducción y termina en G mayor. Esta hacia-delante-y-directa-sobre-todo estructura contiene un gran cúmulo de finos y ornamentados detalles durante la elaboración del Passacaglio, el tema en el continuo:



Mariani basó la Sonata sopra la Monica de su Op. 8 (1629) en la misma canción melódica biseccionada en la que Frescobaldi tuvo que usar para su “Partita sopra la Monica” para clavicordio (1614). Las variaciones tocadas por los dos violines terceros y sextos en paralelo, se eleva vigorosamente cada vez más; ellas están enmarcadas e interrumpidas tres veces por un ritonello más lento tipo-motto. Consecuentemente la construcción formal se mantiene reconocible, a pesar de la abundancia y exhuberancia de los decorativos y la manera en la cual la entrada de la tonada de la canción es obscurecida por la variación.
En la Echo Sonatta, de cualquier forma, la arquitectura es fragmentada por tocar en diferentes planos de sonido, distancia y forma, y por la ornamentación, la cual obedece sus propias leyes. Los dinámicamente graduados ecos escuchados en respuesta al primer violín, parecen extender el rango de esta música fuera de la esfera del solo, produciendo un efecto hermanado a ensambles escuchados desde distintas distancias. La función de los ecos cambia durante el curso de la pieza; inicialmente el primer violín (que es básicamente un solo sonata, con los ecos de dos violines sirviendo en una capacidad subordinada) aparece para ser sorprendido por los efectos del eco como algo nuevo, pero eventualmente él se une con ellos acrecentando intrépidamente la giratoria masa de ecos en la cual encuentra su lugar en movimiento. El solo de violín actúa como un protagonista en el escenario. La forma en la cual burla al oído, hace de esta Sonata una contraparte auditiva a las pinturas con truco, a las ilusiones arquitectónicas y a las cabinas de espejos tan amadas en la época barroca.
En Capriccio (= capricho) “che due Violini sonano quatro parti” de su Op. 8, Marini utiliza virtuosamente el doble paro (¡dos violines tocan cuatro partes!) no como un fin en sí mismo, sino como un propósito formativo-de creación; la forma como resultado de la virtuosidad. La alternancia entre el ritornelli de cuatro partes (temas repetidos en el estilo de una canzona) y unos duetos brillantes entre dos violines le da a esta pieza una riqueza temática, rítmicos y melódicos contrastes. Este termina con una virtuosa cadenza en la cual el ritornello se acompasa consigo mismo.
La Sonata detta la Polaca a 3 (2 violines y continuo) de Carlo Farina, una inusual y extensa pieza de más de 300 barras de largo, cae en tres secciones, como resultado de sus cambios de ritmo: secciones en un tiempo común, enmarcan una sección más corta en tiempo triple (un baile con variante). Por debajo de esta aparente simple construcción hay, de cualquier forma, una forma multi-sección, caracterizada por abruptos cambios de estilo entre épicas cantinelas y pasajes animados de trabajo. Las melodías sin vocalizaciones que saltan y cruzan las partes, inclusive en las barras de apertura, son claramente instrumentales. En esta pieza Musica Antiqua Köln demuestra de manera especialmente clara el alcance con el cual los artistas intérpretes también pueden ser creativos: el rompimiento entre las secciones, las cuales carecen de sentido musical, sirven de puente y la imitación entre las dos partes de violines es traída por una canónica ornamentación. La cadenza ha sido trazada por el Ensamble en el imaginativo estilo de Monteverdi, sobre las bases del virtuosismo del dueto de violinistas.
La Sonata a tre violín (1636) de Giovanni Battista Buonamente está diferenciada en tres secciones (común/triple/tiempo común), pero este diseño es ensombrecido por la caleidoscópica fluctuación del progreso de la música, y por el uso de técnicas polirítmicas. Por toda esta finura técnica en el trabajo, sobre todo es demostrado en el fulminante soli y las cadenzas, un sentido de lo teatral es irreprochable; el trazado a la par de motivos rítmicos, la manera en la cual fragmentos melódicos son esparcido, la interacción de los tres violines, ya sea manteniéndose a raya o contestándose los unos a los otros, la fragmentación y el reestablecimiento de ideas temáticas –todo esto está marcado tanto por presentaciones vocales-instrumentales como por el noble porte del barroco. La conclusión es característicamente particular: la pieza se rompe abruptamente a la altura del muy animado entrelazado de motivos de los violines, aun cuando en el clímax de la exaltación los “compañeros de conversación” han perdido el poder del discurso.

III.             La interpretación.
Desde los 1950 ha sido cada vez más aceptado el que la música barroca debe ser reconstruida a la luz de los escritos teóricos. Desde la formación de Musica Antiqua Köln, durante el invierno de 1973/74, el grupo ha trabajado en esta misma línea. Por lo que cada clase de música ha sido bosquejada sobre fuentes contemporáneas para desarrollar la técnica requerida, y esto ha sido hecho en conexión con la grabación presente (SE REFIERE AL ACETATO FRÜHE … N. del Trad.). Un requisito básico para una auténtica representación, en opinión de este ensamble, es la utilización de instrumentos del periodo. Igual de importantes son los arcos del violín: un arco tiene que ser muy liviano, con encordado muy fino, y corto (¡5 cm más corto que los arcos del tiempo de Mozart!), y este tiene que producir un gran espectro de sobretonos. Los arcos cortos producen naturalmente deslizamientos más cortos, los cuales dan forma a frases en unidades concisas. Una fuente importante que prueba este punto es el “Varii Esercitii” (1614) del organista y director musical italiano Antonio Brunelli (c. 1575 – alter 1627), que da fraseos típicos con propósitos de práctica.
Aparte del trabajo instructivo de Brunelli, Musica Antiqua Köln hace considerable uso del “Opera intitulata Fontegara” (Venecia, 1535) de Silvestro Ganassi, un músico de la corte de los Doges de Venecia (Los magistrados lideres de la República de Venecia. Nota del Traductor). Publicado como una tutoría para ejecutantes virtuosos, también da una gran cantidad de información respecto a la decoración, la cual es aplicable en la ejecución de otros instrumentos y en el canto; estos consejos tienen que ver con las dinámicas y los puntos de articulación del desarrollo posterior de las siguientes décadas: “con un instrumento de viento o de cuerda” uno puede “imitar la expresión de la voz humana”, y con la calibración del aumento o la disminución de las cantidades de respiración usada, uno puede cambiar el volumen del sonido producido. Otras fuentes importantes de información que proveen las bases de la interpretación son las fases previas de “Sinfoniae sacrae” (1629, 1647) de Heinrich Schütz, quien estudió bajo la tutela de Giovanni Gabrieli (él se refiere aquí a las frases producidas por el tarareo del sentido de las palabras, un concepto que se adelanta al “discurso del sonido” de Johann Mattheson). Otras grandes fuentes son los tres volúmenes de “Syntagma musicum” (1615 a 1620) de Michael Praetorius, y “Le Nouve Musiche” (1602) de Giulio Caccini. Dos grandes ideas son enfatizadas por Caccini: la definición de la música como un “discurso en sonidos”, y el consejo de cultivar “una cierta noble despreocupación cuando se canta”. (“una certa nobile sprezzatura di canto”). El “discurso”, la articulación y la “despreocupación” son particularmente importantes para la correcta ejecución estilística de la música temprana de violín: el contenido emocional de esta música no está contenida en las notas (las cuales simplemente trazan el curso superficial), a dicho contenido se le tiene que dar vida con una “despreocupación” preocupada –con entradas que no son rígidamente co-coordinadas, por un incremento de tempo tipo-stretta, y por la fluctuación rítmica marcada por una estricta medida metronómica. Esta es una presentación del estilo interpretativo de Musica Antiqua Köln: los secretos de la improvisación virtuosa han sido renovados sobre las bases del conocimiento adquirido de fuentes históricas.

Texto original en alemán por: Ellen Kohlhass.
Traducción al italiano por: Mirella Noack-Rofena.
Traducción al francés por: Jacques Fournier.
Traducción al inglés por: John Coombs.
Traducción al español, basada en el texto en inglés de Coombs por: Jeget den Enkelte, para   http://rubbersongs.blogspot.mx/

Ensemble Musica Antiqua Köln.



domingo, 15 de abril de 2012

Un día como hoy, pero más folklórico. Premios Alerce 1978

¿En dónde estaba usted la noche del sábado 15 de Abril de 1978? ¡Rápido! ¡Conteste! ¡Conmigo no se juega! A menos que busque que esta luz, que ahora le restrego en la cara, se convierta en aquella luz al final del túnel de la que tanto hablan. ¡Sí me entiende verdad!

...

Mmmmm..., vaya..., OK. Suena lógico.
No,no,no... al contrario, shsssssss, le pido disculpas. ¡Qué pena!. No se preocupe, con saber que le faltaban cuatro años para nacer, me es suficiente. Eso es lo que yo llamo una "prueba concluyente".

Mmmmm, por pura curiosidad: ¿No conoce a alguien que haya visitado Chile por esas fechas?

Ok,ok,ok... tampoco se moleste.
¡Huy! Que poco aguante.

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Hace 34 años en el Teatro Caupolicán de Chile, y para ser precisos a las 19:00 horas, se llevó a cabo La gran noche del folklore. En aquel lejano 15 de Abril de 1978, la disquera Alerce premió a lo más destacado del movimiento folklórico andino de aquella época. Este evento quedó atrapado en los surcos de un acetato, a la espera de alguna aguja que lo vuelva a revivir.
Porque re-escuchar es vivir.
Y aprovechando que hoy el calendario vuelve a marcar 15 de Abril -pero del 2012-, podemos clamar ¡It´s alive, it´s alive! (aunque por decirlo en ingles, los folkloristas me acusarian de padecer imperialismo cultural).

El tono del evento, y el del acetato a su vez, es de mucha sobriedad. El conductor del evento maneja un tono cordial y muy serio durante todas sus intervenciones; muy ad hoc con la tónica de las canciones, eso hay que hacerlo notar.
Entre los nueve números que completan el disco (cinco en su lado A y cuatro en la cara B) se destacan: El cantar tiene sentido del Conjunto Aymará, la Suite Violeta Parra que, a ritmo de arpa, nos presenta Hugo Lagos. El lado B de La gran noche del folklore abre con la rítmica Cachimbo, y así se va preparando el camino para un muy buen cierre. Romance a un engrasador de cortinas es una rabiosa interpretación de Nano Acevedo, número que cabalga a medio camino entre la poesía social y la canción de protesta; es aquí donde la solemnidad de la noche se rompe un poco. Y lo mejor para el final.



Tanto la portada como la contraportada del acetato, están tapizadas con recortes o notas de periódicos relativas al evento. En una de esas notas (que aparece en la portada) se habla de la fusión de estilos que se hicieron presentes en los musicales que amenizaron la velada del Teatro Caupolicán. Pues bien, esa mezcla de la que se habla, está presente en La flor en la mano, canción de Facundo Cabral interpretada por el Grupo Kámara junto a Osvaldo Díaz. Aquí hacen acto de presencia un intro con tonadas medio jazzeras, una canción con todo el espíritu guerrero de los pacifistas (¡oxímoron!), y un público aplaudiendo al ritmo que le marca una bateria marcial. Excelente tema.

De entre todas las notas del Lp, la siguiente me pareció perfecta para cerrar esta charla:

"Al final de la función -bastante tarde- no hubo vencedores ni vencidos, pero sí el convencimiento de que, a pesar de los cálculos pesimistas y escépticos, el plato había que repetírselo: un nuevo festival, por realizarse a comienzos del mes de agosto, se constituirá en la segunda gran noche folclórica Alerce, en su versión 1978. Luisa Uribarri."



No queda más, que dejarles la versión digital del disco.








domingo, 18 de marzo de 2012

Rubber Songs al servicio de la comunidad # 1

Rubber Songs al servicio de la comunidad:
Se pide la ayuda a todo el blogauditorio para localizar a la persona que el 06/28/68 compró el libro Introducción al Existencialismo de Nicola Abbagnano (Breviario número 108, de pasta dura, del Fondo de Cultura Económica). Esta persona, durante el verano del 70, regaló dicho libro a Lety, escribiéndole la siguiente dedicatoria:

 
"Verano /70
Querida Lety:
No puedo ser
    original es tanto, lo q´querría decir: mejor repartiré.
     "Consuélate, no me buscarías
  sí no me hubieras encon-
trado. (Bergson)"
(La firma es ilegible)


domingo, 19 de febrero de 2012

Nicolle Croisille y Pierre Barouh: Un homme et une femme (1966)

Hablemos de cosas que no conocemos.
Nada más divertido ni más liberador.

Me topé con el soundtrack de una película que aun no he visto. ¿Esto me impide compartirlo? No, mientras no quiera jugarle al experto de cine y comience a lanzar criticas sobre la trama, las actuaciones o la fotografía, estaré fuera de peligro.

De lo poco que se sabe,es menester hablar; diría un optimista Wittgenstein en un día muy soleado.



El acetato me llamó la atención desde el primer momento en que, de reojo, miré su portada en tonalidades sepia y blanco y negro. El título reza: Nicole Croisille y Pierre Barouh cantan Un Hombre y una mujer.
Un homme et une femme es (según lo consultado) una película de 1966 dirigida por Claude Lelouch, y escrita por él mismo, en conjunción con Pierre Uytterhoeven. Esta producción cosechó varios premios durante los años que siguieron a su estreno. La contraportada del disco nos habla de la Palma de oro del Festival de Cannes,también del Premio de la Oficina Católica de Cine Internacional, entre otros reconocimientos. Las credenciales son buenas, así que habrá que darle un vistazo a esta historia.



En lo que se refiere al soundtrack, que es lo que en verdad nos ocupa, las canciones inmediatamente nos remiten a esa idea que tenemos de lo que, se supone, es la música francesa. Es decir, las nueve composiciones dan muestra de ese sonido sensual, calmado y juguetón que nos comienza a sonar en la mente cuando escuchamos el nombre Francia. Un torrente de imágenes llenas de calles con pintores amateurs, de cafés con sillas metálicas -con forjas inspiradas en el art nouveau-, personas con camisas rayadas a blanco y negro, y una imponente Torre Eiffel; nos atascan la mente de todos aquellos que nunca hemos ido a la ciudad del amor.Los que jamás hemos pisado suelo francés seguimos conservando ese tipo de paisaje idealizado.

Un muy buen ejemplo de lo anterior es el tema principal de la película: Un homme et une femme. Canción escrita por Francis Lai, y embellecida por los arreglos de Maurice Vander e Ivan Jullien. Esta canción nos transporte a uno de esos escenarios de los que hablaba. Ese juego entre la inocentemente maliciosa tonada y los la-la-la femeninos resulta sumamente sensual. Esto sucede en cualquiera de las tres presentaciones de Un homme et une femme (ya sea su versión instrumental, con vocales de Croisille y Barouh, o en su acelerada ejecución titulada A 200 a l´heure).

Hay que hacer una mención especial a la cachonda Samba Saravah. Dicen que el alemán es el idioma de la guerra y el francés el del amor. Pues imaginen que pasa cuando se mezclan el idioma del amor con la sensualidad derramada en partituras: la Samba. Así como The Girl from Ipanema sensualizó el inglés, ocurre algo parecido con la francesa Samba Saravah. En lo personal, la coloco en el número uno, por encima de las otras ocho composiciones.



Si el amasiato entre Brasil y Francia es mí número uno, el segundo puesto lo ocupa la jazzera Plus fort que nous. Al saxofón le es natural irradiar sensualidad en cada nota, y este caso no es la excepción. Al parecer aquí hay un error, ya que Plus fort que nous se anuncia tanto en a cara A, como en el lado B del acetato. En el primero aparece marcada como instrumental, mientras que en el segundo se menciona que el tema cuenta con vocales de Nicolle Croisille y Pierre Barouh. Ninguna de las dos versiones tiene letra. Al parecer imprimieron el acetato con la misma versión dos veces, una en cada lado.

En lo que respecta a las voces de Nicolle Croisille y de Pierre Barouh, hay que decir que cumplen con su cometido. No fueron puestas ahí para destacar, sino para complementar la música de Francis Lai y las orquestaciones de la pareja conformada por Vander y Jullien. Las tonalidades de Croisille y Barouh nunca presentan algún prodigio vocal. No les interesa. Las interpretaciones siempre son monótonas (en el sentido literal del término: un solo tono) y rara vez opacan lo que les rodea. Esto ocurre inclusive en A l´ombre de nous, la canción más larga del Lp, y la única donde la voz lleva la batuta. La languida interpretación de Barouh engrana a la perfección con el tímido piano que la acompaña; el mismo bajo perfil guardan los otros pocos instrumentos de acompañamiento.


Una disculpa por adelantado es sinónimo de pecado cometido.

Aunque el sonido del acetato no es el más optimo, tampoco suena tan mal para algo que tiene más de cuarenta años. Traté de mejorar, en la medida de lo posible y con los pocos medios con los que cuento, el sonido de las canciones. El scracht de la aguja del tocadiscos siempre está presente, pero espero que eso no sea impedimento para recostar la cabeza un poco, cerrar los ojos e imaginarnos un idílico recorrido por las -también idílicas- calles francesas que construimos a la par de nuestros pasos.
Bon voyage!!!




 

jueves, 9 de febrero de 2012

Manualidades de Jeget # 5: No somos gatos.

Marea caminar por la sinuosa línea de las intenciones/
y es peor cuando se nos olvida/
que los pronombres ocultan..., por eso asombran/
yo, tú, él, ella//

                                                                                      
Tanto para quien cree mucho (pero en muy poco)/
como para el que ve poco (pero acierta mucho)/
no hay demasiado que decir/
so riesgo a caer de pie//

Recordemos que no somos gatos/
y que el concreto no tiene la culpa/
del intenso torrente de gravedad/
que se agolpa en las rodillas//

Mientras esperas..., o esperones/
tratemos de no dañar a terceros/
dejemos las cuentas en números cerrados/
porque si lo sabe el Mundo, que lo sepa Dios//









                     USTED ESTÁ AQUÍ.

martes, 24 de enero de 2012

Cat Stevens: I love my dog... el Rott


En una página dicen lo siguiente de I love my dog de Cat Stevens:
"Esta colección [se refiere al Cd Early Tapes] abre con "I love my dog", la cual, si bien no es brillante, al menos muestra que Stevens estaba dispuesto a aproximarse a la composición desde angulos poco convencionales, inclusive desde ese escenario."


Artista: Cat Stevens.
Canción: I love my dog.

Amo a mi perro tanto como te amo a ti.
Tu quizás desaparezcas, pero mi perro siempre vendra.
Todo lo que él pide de mi, es la comida que le da fortaleza.
Todo lo que él necesita es amor, y sabe que lo obtendrá.
Así, que amo mi perro tanto como te amo a ti.
Tu quizás desaparezcas, pero mi perro siempre vendra.
Toda la paga que necesito viene del brillo de sus ojos.
No necesito agua fria para darme cuenta de eso.
Amo a mi perro tanto como te amo a ti.
Tu quizás desaparezcas, pero mi perro siempre vendra.
Na, na,na,na,na,nana...
Amo a mi perro tanto como te amo a ti.
Na, na,na,na,na,nana...
Amo a mi perro, Nena, amo a mi perro. Na, na,na
Amo a mi perro, Nena, amo a mi perro. Na, na

Ok. No es la mejor letra de Cat Stevens, pero..., pero..., este hombre es el creador de Tea for the tillerman (1970), así que se le perdona.

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P1-El perro de la foto es un rottweiler llamado Rott.
P2-Orale, queeeeee original.
P1-Y si llegara a tener un hijo le pondriamos...
P2-¡Hey, hey! Dejame adivinar, mmmm lo llamarían Weiller
P1-Pues en realidad estabamos pensando en ponerle Pepito o Juanito, pero tu idea no me parece tan descabellada.


sábado, 14 de enero de 2012

Dorothy Parker: la suicida de Odio Fonky.

Me suena... me suena...
¡Claro!
Odio Fonky. Tomás de buró.
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Mis momentos de lectura de esta semana han estado dedicados a La felicidad y el suicidio (Ediciones Bruguera, Barcelona, 2007) de Luis Antonio de Villena. Las páginas de dicho libro sirven de hogar a una serie de ensayos donde el autor traza su postura sobre distintos tópicos relacionados con la muerte por propia mano. Ciertas vivencias personales (citadas en el libro) justifícan el interés de Antonio de Villena por el suicidio. Para poder ahondar en sus propias tesis, el autor trae a colación la vida, obra y mito de varios suicidas y no-suicidas. Entre los distintos ensayos de La felicidad... aparecen, lo mismo, Hemingway, Séneca y Mishima, que ciertos desconocidos personajes con los que tuvo contacto el propio de Villena...  entre muchos otros. De entre toda esta suerte de catálogo de personas y métodos suicidas -porque también la soga, la pistola, las pastillas, los riscos, el mar, et al, gritan ¡presente!- hay una mujer que llamó mi atención. Para saber de ella tenemos que remitirnos al segundo ensayo del (a su vez) segundo apartado del libro; el apartado se titula: Vivir encima, y el ensayo lleva por nombre: Suicidio y "dificultad de vivir". Hay dos personajes principales (dos mujeres por cierto) en Suicidio y "dificultad de vivir": Anna Ajmátova (poeta rusa) y Dorothy Parker (poeta, novelista norteamericana). Por el momento dejemos de lado a Ajmátova y enfoquémonos en Parker.



El retrato que Luis Antonio de Villena traza de Dorothy Parker (1893-1967) es el de una mujer apasionada en todos los aspectos; en el laboral, estético, ético y personal. Pero el epicentro de sus sufrimientos estuvo, irónicamente, en ese mismo apasionamiento por la vida. Aún cuando se casó varias veces, los hombres y las relaciones que entabló con ellos, fueron su principal fuente de desdicha y creatividad (¿en ese orden?). Así lo resume de Villena:
Le sedujo el mundo fashion y sus enrevesamientos, quería que la quisieran y no deseaba estar sola, pero comprendió que la soledad profunda es difículmente alterable y que la pareja, a menudo, no es un antídoto contra esa soledad. (Pág. 115)

Dorothy Parker es uno de esos personajes en los que Luis Antonio de Villena ejemplifíca alguno de sus puntos de vista sobre el suicidio. En la poeta norteamericana el autor ve un claro ejemplo del tipo de personas donde el impulso tanático y el elan vital combaten de manera más férrea. En un caso como el que nos ocupa NO SE ES totalmente optimista ni perdidamente pesimista... PERO TAMPOCO se es un complacido mediocre; sino todo lo contrario. Es asi como podemos comprender que Dorothy Parker haya atentado cuatro veces contra su vida, pero que al final haya tenido una muerte natural (por un ataco cardíaco a los 74 años). ¿Mala suerte de suicida? ¿Poca pericia suicida? o ¿Buena suerte de sobreviviente? ¿Mucha técnica vital? El autor de La felicidad y el suicidio explica esta suerte de ironía en la vida de Parker de la siguiente manera:
Quizá busco más el grito que el precipio, y lo que quería decir -además del inasible "quiéreme"- es que estaba cansada y que no era feliz. Es muy citado un poemita suyo -de hacia 1930- que da cuenta del suicidio y su rechazo. Se titula en francés "Résumé" (Resumen) y lo doy en mi propia traducción:

Las navajas duelen;
el río está húmedo.
El ácido mancha;
la droga da calambres.
La pistola no es lícita;
los nudos atrapan.
Huele fatal el gas;
quizá vivir, ¿no?
(Pág 114)

Vaya "poemita" el que nos heredó Dorothy Parker; muy coherente con una mujer que deseaba que junto a sus cenizas se leyera el siguiente epitafio: "Perdon por el polvo". Nadie se atrevió a cumplirse ese deseo.
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Leyendo esas líneas de Dorothy Parker me fue imposible no recordar El Suicida, penúltimo track del Odio Fonky (1994) de Jaime López y José Manuel Aguilera. Uno de mis discos favoritos, y el cual muy a menudo anda rondando por mi mente -de ahí la rapida asociación de nombres-.
El Suicida es uno de los tres diálogos (los otros dos son Indian Summer y El Recado) que se encuentran esparcidos entre los dieciséis tracks que forman el desparpajado, pero genial Odio Fonky. El pequeño monólogo de El Suicida (al igual que Indian Summer) aparece acreditado a José Joaquín Blanco, pero es muy parecido a Resumen de Dorothy Parker. Di una repasada a distintos textos que tengo, donde se habla de la gestación del Odio Fonky, y en ninguno de ellos se nos dice de dónde provienen los textos con los que contribuyó José Joaquín Blanco. Si se comparan los textos de Parker y de Blanco el parecido salta a primera vista.

El suicida de José Joaquín Blanco.

Las navajas sí, pero... hieren
los rios sí, pero... mojan
los acidos sí, pero... manchan
las drogas sí, pero... entumen
las pistolas son ilícitas
con la horca, una saca la lengua
el gas... sí... pero huele feo
mejor hacerse a la idea de...
vivir.

Resumen de Dorothy Parker (en la traducción de Luis Antonio de Villena)
Las navajas duelen;
el río está húmedo.
El ácido mancha;
la droga da calambres.
La pistola no es lícita;
los nudos atrapan.
Huele fatal el gas;
quizá vivir, ¿no?

Mi teoría es la siguiente: el monólogo de El Suicida fue tomado de una traducción que José Joaquín Blanco hizo de Resumen de Dorothy Parker, pero que por error fue tomada como original del propio Blanco. Buscando en el blog del propio José Joaquín Blanco, encontré la ficha de un libro suyo  tituado Se visten novias: somos insuperables (Cal y arena, México 1993), y uno de sus apartados se titula: Como Dorothy Parker.


El libro apareció un año antes que Odio Fonky, quizás ahí esté la explicación de este asunto. ¿Qué opinan ustedes?

P.D. Una vez que estaba leyendo sobre la postura que tenían los estoicos respecto al suicidio, se me ocurrió el siguiente intento de aforismo:

Para ser una puerta falsa, resulta curioso que siempre esté abierta.


miércoles, 11 de enero de 2012

Darkness: Segundo sencillo del Old Ideas.

Poco a poco Old ideas va mostrando su rostro. Si en un principio fue el track Show me the place, y poco después apareció su respectivo video (que no se bien que tan oficial es), ahora toca el turno a Darkness. El sonido de este segundo sencillo nos remite al Leonard Cohen del The Future, es decir, que tiene esa vibra de jazz/funky apocalíptico con la que bien podriamos mover cadenciosamente nuestra cabeza mientras el mundo se desmorona ante nuestros ojos.


lunes, 9 de enero de 2012

Blues Masters Vol. 1 y sus caóticas e informativas notas.


Entre mis adquisiciones de ésta semana está Blues Masters Vol.1 Un muy buen recopilatorio de (obviamente) algunos de los standars del blues. No soy un versado en el asunto, y es por esto mismo que el Lp llamó mucho mi atención (mi novatez me impulsó). La lista de músicos y música es variada, pero nunca dispareja. Dentro de los surcos del acetato descansan por igual la dureza de They call it boogie de Mississippi Johnny Waters (la rola más larga del Lp), el movido piano que comanda I say yeah de Memphis Slim y ese blues con tenues aires de soul (así me lo parece) de Born under a bad sign de Albert King. Además se puede escuchar la famosa Hoochie Coochie Man de Muddy Waters, canción a la que, por cierto, el escritor José Agustín le dedica el primer mini-cuento de su libro Los grandes discos de Rock 1951-1975 (Editorial Planeta, México, 2001. Pág 15) titulado Nunca queda satisfecho. Dicho cuento termina con la siguiente imagen (imagen que se torna más nítida si se lee con Hoochie Coochie Man de acompañamiento):
"Encendió un cigarro de mariguana y lo fumó con la mano izquierda; con la derecha, la de la guitarra, desabotonó la bragueta, sacó su animalote de veintidós centímetros y procedió lenta, delectante, elegantemente, a masturbarse frente al espejo."



Jimmy Reed es otro blusero que también está incluido en Blues Masters Vol.1( con Baby, what you want me to do como carta de presentación); y también a él José Agustín le dedica un apartado en su recuento de los grandes discos de rock. En dicho apartado, en una supuesta charla entre pachecos, se dice:
"-La máxima de Jimmy Reed es "Baby, what you want me to do".
-Qué rolón, pero es de Willie Dixon.
-Elvis se la echa padrísima en el concierto en que trae la chamarra de cuero negro. Cada vez que se le atoraba la tocada, recurre a ese rolonononón.
-Pásala, no te cuelgues."  (Idem. Pág. 18)



El lado instrumental (casi casi) del blues dice "presente" en boca (más bien en dedos) de Booker T. Laury con su Booker Boogie, canción en la que la tríada de piano, contrabajo y armónica teje un cachondo ritmo que durante casi tres minutos y medio labra el camino para que la voz de T. Laury aparezca, como mero cierre, cuando todo el trabajo ya está hecho. De mis favoritas del acetato.

En el sexto surco del lado A del Lp se encuentra la abrasiva Dust My Broom de Elmore James, un muy buen track que es muy mencionado en las notas que se encuentran en la contraportada de Blues Masters Vol.1. Dichas notas son, a la par, caóticas e informativas, ya que inician hablando de una cosa y entonces... ¡corte! y pasan a otra sin ton ni son. Al parecer los editores del disco sólo buscaron algunas notas sobre algunos de los músicos incluidos, y al más puro estilo, tan socorrido hoy en día, del cut and paste lograron llenar la contraportada de información. Para evitar cualquier reclamo dejaron las notas en inglés, y así a primera vista da el gatazo de ser un conjunto unitario de información blusera.

Me tome la libertad de traducir, separar e identificar un poco las notas que acompañan Blues Masters Vol. 1, ya que aunque caóticas, sí logran ayudarnos un poco. Si se les separa como es debido, dibujan aspectos generales de algunos músicos como Elmore James, Jimmy Reed y John Lee Hooker. Aquí les dejo  el disco digitalizado, espero que lo disfruten:




Y aquí les dejo las notas ya traducidas (las anotaciones en mayúsculas son mías), también espero que les sean de su agrado:
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COMIENZAN HABLANDO DE LA FORMA EN QUE ALGUIEN (NO SABEMOS QUIEN) DESCUBRIO LA MUSICA DE ELMORE JAMES, Y COMO ESTA MUSICA TIENE UNA NUEVA RE-EDICION.
Desde que el blues nació (y algunas personas te diran que ellos nunca nacieron, como el famoso personajes de ficción Topsy, ellos "sólo crecieron"), los cantantes y músicos de blues han tenido sus instrumentos favoritos con los cuales expresarse.
Dentro de la historia, los guitarristas que han tenido que tocar y cantar a su manera se cuentan por centenares. Ellos llegaron desde el rico y fértil Delta del Mississippi, y los críticos han tenido que escribir de estos hombres y de sus estilos - primitivo en sus inicios, pero hoy forman la base de la era del blues eléctrico y urbano. Los nombres de los pioneros ahora son famosos.
Elmore James -a él lo escuche a inicios de lo sesentas -yo contaba con quince años de edad, recien había descubierto el blues- . En la tienda de discos de Dave Carey, en Streatham, había una gran sección secundaria, la mayoría de ellos eran discos de jazz. Un día una rara colección de importados apareció, tenían un grueso protector de portadas, en el frente podía haber un estilizado retrato del cantante o una fotografía de una dama negra, usualmente sentada en un bar y con mirada seductora, y una lista de los otros lanzamientos de la compañia en la contraportada -ninguna otra información-. Estas "joyas de la corona" de la marca no sólo eran baratas (lo más importante) sino que tenían artistas fantásticos - Howlin´Wolf (sus primeros lanzamientos), John Lee Hooker, Smokey Smothers, Etta James, etc, y al reverso de este conglomerado un album de este tipo Elmore James.
En ese entonces yo estaba totalmente enloquecido por Robert Johnson y Son House y ¡tómala mi chulo! aquí había un tipo que estaba haciendo eso en la guitarra electrica ¡y con una banda de apoyo!.
¿Esa banda mueve?, ¿Esa guitarra slide quema? Y encima de todo eso las emocionales y angustiadas vocalizaciones de Elmore. Eso fue todo. Tuve que recoger mi guitarra y un amplificador. Cuando mis padres salieron enchufé el tocadiscos Dansette al amplificador, junto con mi guitarra y toqué junto a Elmore James y los Broomdusters -¡probablemente la mejor banda con la que yo haya tocado!-
Así que aquí tenemos otra re-edición de Elmore. Pienso que todas las pistas han sido lanzadas con el paso de los años en una u otra forma. Aquí están otra vez para nuevos oidos (o para personas como yo, quienes hemos acabado con nuestras copias anteriores). Esta música es tan grande como siempre, y tan significativa en 1980 como lo fue el día en que la grabaron, así que pon el disco en tu tocadiscos Dansette/ o tu centro de audio, sientate (o brincotea) con Homesick, J.T., Johnny, Odie, y al frente el gran Elmore James.
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AQUI COMIENZAN A HABLAR DE JIMMY REED.
"Un verdadero blues sureño es cantado con espíritu por Jimmy Reed, mientras que el combo de sonidos sale apoyado por una harmónica y una salvaje guitarra; debería complacer a algunas áreas del sur." Así fue como la Billboard describió "High and Lonesome", otorgándole una puntuación de 69 en su reseña de Septiembre de 1953.
Actualmente la reseña está en la re-edición de Change -aparentemente Art Sheridan, propietario de Chance (sic) Records, fue amigo de Vivian Carter y de Jimmy Bracken, los dueños de Vee Jay, y habían tomado control de la distribución de los dos primeros discos de Vee-Jaly (sic), para ayudar a que la compañia tomara vuelo.
Nacido el 6 de Septiembre de 1925, vivió hasta los 15 en una plantación en Dunleith, Mississippi, tocando la harmónica en sus ratos libres, palomeando con Eddie Taylor en cada oportunidad que se presentaba.
Después de un periodo en la marina se casó y arribó a Chicago, comenzando a trabajar en un acerera, y eventualmente mudándose a Valley Mould Iron Foundary en 1951. Al mismo tiempo empezó a trabajar en las calles del South Side de Chicago con Jody (Willie Joe) Duncan. Duncan tocó un monocordio repicado con un broomwire, y ocasionalmente golpeaba un conjunto de cucharas, coordinadas con la harmónica y guitarra eléctrica de Reed. Sonaba como un comienzo poco prometedor, pero Duncan pronto emigró a California y ahí grabó su bizarro "Unitar Rock" para Specialty.
Mientras tanto Reed tocaba con otros músicos más cumplidores, como son Kansas City Red, Blind John Davis y Floyd Jones, y se encontró de nuevo con su viejo amigo Eddie Taylor.
Los recuerdos de ésta época son confusos, pero al parecer Reed tocó regularmente en Gary, Indiana con John y Grace Brim, Taylor, Johnny Littlejohn y Albert King -que en ese entonces era baterista-.
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DE LA NADA, PASAN A HABLAR DE JOHN LEE HOOKER
El mensaje de John Lee Hooker, desde su primera sesión en 1948, sesión que produjo la millonaria "Boogie Chillen". Él mismo, al ser tan genuino, se labró un nicho en el altamente competitívo mercado del R&B.
Su estilo es una combinación del blues del Mississippi en concordancia con el rasposo estilo citadino. Hay un pequeño enganche de por medio: una voz amenazante o llena de exaltación sexual, furiosos solos de guitarra e hipnóticos patrones rítmicos... imaginen una fusión entre Roy Brown y Bo Diddley.
Asentado en Detroit pero firmado primero por una compañia de West Coast, Hooker (para quien su frase era "Tú pagas... yo toco) no tenía menos de setenta 78´s lanzados en veinte distintas compañias, con seudónimos como "Birmingham Sam and his Magic Guitar". Firmado en 1955 por la compañia de Chicago Vee-Jay, el estilo rasposo de Hooker fue bajado de tono para encajar con el sonido de Chicago, sonido ejemplificado por Muddy Waters y Little Walter. Sus discos testifican que Hooker no era un músico ordinario. Ignorando los libros de texto, el se complació con cosas como seguir manteniendo el tiempo. Vee Jay sorteó las dificultades del acompañamiento escogiendo a los músicos indicados. Eddie Taylor como segunda guitarra (el hombre detrás del éxito de Jimmy Reed), el bajista George Washington y Quinn Wilson, además del baterista Tom Whitehead y Earl Phillips.
El sonido de Vee Jay tomó forma con una ajustada, pero movida banda,con la rica voz de Hooker y el brillo de su guitarra en estacato. Éxitos como "Dimples" se convirtieron en una inspiración para la escena del R&B de los sesentas. Su carrera en Vee Jay lo llevó de los ghettos de Detroit a la aclamación mundial...
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AQUI, AL PARECER RETOMAN EL TEMA DE ELMORE JAMES.
Con una revisión de "Dust My Broom" de Robert Johnson, y un instantaneamente identificable boottleneck riff de guitarra, Elmore James capturó la imaginación de la creciente audiencia de blues de los sesentas (como lo testifica el guitarrista Dave Kelly en las notas de su "One Way Out").
Para los fanáticos europeos James era entonces un misterio, una figura casi mítica, sólo unos pocos lo habían conocido e inclusive unos cuantos menos los habían visto actuar. Esos eran los días anteriores a Blues Unlimited, esa confiable fuente de información del blues. Lo que conocemos de Elmore James fue cosechado de las columnas del Jazz Journal y de los reportes de George Adins, quien actualmente lo vio actuar en un club del West Side de Chicago. Todos maquinado nuestras propias fantasias y prejuicios acerca del hombre. Por 10 años el único dato duro de él, fue su muerte. El resto de su biografía -como la de Robert Johnson- son puras conjeturas. Gracias al trabajo tardío de Mike Leadbitter, ahora tenemos la verdadera biografía, inclusive tenemos la hora de su nacimiento: las 7 en punto del 27 de Enero de 1918, en Richland, Mississippi, el hijo ilegítimo de Leola Brooks. Para la mayoría Elmore James, es ahora, quizás mejor recordado como la persona que con su música ayudó a crear un renacimiento del blues blanco. Si en los sesentas, no hubiera habido bandas de blues de blancos que copiaran sus canciones, el nombre de Elmore James nunca hubiera alcanzado tantos nuevos oidos. El album de John Mayall "Hard Road", que se mantuvo en las listas de popularidad del Reino Unido por diez semanas, incluye "Dust My Blues", el grupo Cream usó "Crossroads" en su album doble más vendido "Wheels of Fire", y Jeremy Spencer de Fleetwood Mac hizo una carrera basada en el dust-my-broom motivo. La ironía es que mientras esas bandas copiaban a Elmore James (y brindaban a su música una audiencia mayor) la mayoría de las canciones que ellos imitaban, derivaban en realidad de otros bluseros. También debería ser tomado en cuenta que la música de Elmore James motivó a los fanáticos del blues a ir más allá de él, y buscar a sus mentores e influencias.